Consejos
20 / 04 / 2023
“No comas cebollas ni ajos, no sea que por tu olor se sepa de tu villanería. Anda despacio; habla con resposo; pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala. Come poco y cena más poco; que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie”.
“No te dejes crecer las uñas, pues ese excremento lejos de hermosear las manos mas bien hace que parezcan garras de cernícalo lagartijero.”
“Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.”
“A un día sigue otro día y a otro día, otro... para quien no tiene alicientes ni esperanza, qué más da un día que otro.
Llevar esperanza a la vida de la gente, Sancho, amigo, eso sí que es ser grande.
Evitar sufrimientos y calamidades, aliviar los dolores, sanar las heridas del cuerpo y también las del alma, impartir justicia allí donde no la hay, sacar de su ignorancia al ignorante, buscar el bien común y el progreso de los pueblos:
¡ Eso sí que hace grandes a los hombres ! a éstos, y no a otros, es a quienes deberían erigirse monumentos y dedicar las calles y plazas de nuestras ciudades para perpetuar su ejemplo y su memoria.”